GA107 Berlín 22 de marzo de 1909 la acción de Cristo y las fuerzas espirituales opositoras 1ª parte

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La acción de Cristo y las fuerzas espirituales opositoras

Ahrimánicas, Luciféricas, Asuricas 

           Por el  Dr. Rudolf Steiner                  GA 107                              Berlin 22 de marzo de 1909

conferencia 16

Hoy deberemos preguntarnos: ¿Qué adquiere el hombre moderno con la ciencia espiritual? La respuesta a esta pregunta se ha de basar en las muchas cosas que hemos llegado a conocer en el curso de estas conferencias, especialmente las que se dieron el invierno pasado. La ciencia espiritual puede parecernos, al principio, como una concepción del mundo mas entre las tantas otras que existen ahora. Se puede argumentar: los enigmas de la existencia están ahí; las personas se esfuerzan por todos los medios posibles, religiosos o científicos, por responder a estos enigmas de la existencia en un esfuerzo por satisfacer, como se suele decir, su afán y deseo de conocimiento. La ciencia espiritual bien puede considerarse simplemente como otra filosofía de la vida, ya sea que ésta se llame materialismo, monismo, animismo, idealismo, realismo o lo que sea. Puede representarse como algo que se empeña en satisfacer los deseos de conocimiento en paralelo con otras concepciones modernas del mundo. Pero esto no es correcto. En lo que el hombre adquiere a través de la ciencia espiritual, hay algo positivo y de valor constante en la vida, algo que no solo satisface su pensar, su sed de conocimiento, sino que es un factor real y potente en la vida misma. Para comprender esto debemos mirar mas allá y considerar el curso evolutivo de la humanidad desde un punto de vista particular.
A menudo hemos vuelto la mirada a los tiempos que precedieron a la gran inundación atlante, a aquellos tiempos en los que nuestros antepasados, es decir, nuestras propias almas en los cuerpos de aquellos antepasados, que vivían en el antiguo continente de la Atlántida entre Europa, África y América. También hemos mirado aún más atrás, a la época lemuriana, cuando las almas de los hombres actualmente encarnados, estaban en una etapa mucho más baja de su existencia. Ahora hablaremos nuevamente de esta época, recordándonos, en primer lugar, de lo siguiente: El hombre ha alcanzado la etapa presente de su vida de sensaciones, su vida de voluntad, su inteligencia, incluso su forma, gracias a que los Seres espirituales superiores en el cosmos también ha estado trabajando en la existencia de la tierra. Hemos hablado de estos Seres como los "Tronos", los "Espíritus de la Sabiduría", los "Espíritus del Movimiento", los "Espíritus de la Forma", los "Espíritus de la Personalidad", y así sucesivamente.
Ellos son los grandes constructores y arquitectos de la existencia que han conducido paso a paso a la raza humana hasta su etapa actual. Pero debemos tener claramente presente hoy en nuestras mentes que también han intervenido otros Espíritus y Seres distintos de los que ayudan a la evolución humana; hay seres espirituales que se oponen a los poderes progresivos. Y para cada época -Lemuriana, Atlante, Post-Atlante- es posible indicar qué tipo concreto de Seres espirituales oponen "resistencia", tales Seres espirituales son los oponentes de aquellos cuyo único objetivo es el progreso de la humanidad.
En la época Lemuriana, la primera que hoy nos concierne, fueron los Seres Luciféricos quienes intervinieron en la evolución del hombre, en oposición a los Poderes que en ese momento se esforzaban por ayudarlo a avanzar. En la época de la Atlántida, los espíritus que se oponían a los poderes progresivos eran los espíritus "Ahrimanicos" o "Mefistófelicos". Los espíritus ahrimánicos o mefistofelicos, para darles nombres precisos, son aquellos conocidos en la época medieval como los espíritus de "Satanás", que no deben confundirse con "Lucifer".
En nuestra propia época, a medida que pase el tiempo, otros Seres espirituales de quienes hablaremos más adelante, se situarán como obstaculizadores en el camino de los Espíritus progresivos. Ahora cabe preguntarse: ¿Qué lograron los espíritus Luciféricos en la antigua época lemuriana?
Estas cosas se van a considerar hoy desde un punto de vista particular. ¿En qué ámbito se implantaron los Espíritus Luciféricos durante la época lemuriana? La mejor manera de entender esto es volver nuestras mentes al curso tomado por la evolución humana.
Ustedes saben que en el Antiguo Saturno los Tronos derramaron su propia sustancia estableciendo así los primeros cimientos del cuerpo físico humano. En el Antiguo Sol, los Espíritus de la Sabiduría impregnaron al hombre del éter o cuerpo de vida. Y en la Tierra, los Espíritus de la Forma le otorgaron el "Yo", el ego, para que al hacerse consciente de sí mismo como distinto de su entorno, se convirtiera en ser independiente. Pero a pesar de que mediante la acción de los Espíritus de la Forma se volvió independiente con respecto al mundo externo que lo rodeaba en la tierra, nunca habría sido independiente de los propios Espíritus de la Forma; él habría permanecido dependiente de ellos, habría sido dirigido por ellos como por un hilo conductor. Que esto no sucediese se debió a algo que tuvo, en cierto sentido, un efecto beneficioso, es decir, se debió al hecho de que en la época lemuriana los Seres Luciféricos se opusieron a los Espíritus de la Forma. Fueron estos Seres Luciféricos quienes le dieron al hombre la perspectiva de la libertad, pero ello implicaba la posibilidad de hacer el mal, de sucumbir a la pasión y el deseo en el mundo sensorial. ¿Dónde se afianzaron realmente estos Seres Luciféricos? Se establecieron en lo que se había instilado en el hombre como su miembro más íntimo en aquél tiempo: el cuerpo astral. Establecieron su campo de acción en el cuerpo astral humano y tomaron posesión de él. Si no hubiera sido por la intromisión de los Seres Luciféricos, este cuerpo astral habría permanecido en posesión exclusiva de los Espíritus de la Forma. Ellos habrían instilado en este cuerpo astral las fuerzas que le diesen al hombre su semblante humano, convirtiéndolo en una imagen de los Dioses, es decir, de los Espíritus de la Forma. Todo esto habría llegado a ser el hombre; pero a lo largo de su vida por toda la eternidad habría permanecido dependiente de los Espíritus de la Forma.
Los Seres Luciféricos interfirieron, por así decirlo, en el cuerpo astral del hombre, de modo que ahora actuaban seres de dos clases en él: los Seres que impulsan hacia adelante al hombre y los Seres que, a pesar de que obstruyen este impulso constante, al mismo tiempo habían sentado las bases de su independencia. Si los seres luciféricos no se hubieran acercado, el cuerpo astral del hombre habría permanecido en un estado de inocencia y pureza. No habrían surgido en él pasiones que lo incitasen a ansiar lo que solo se encuentra en la tierra. Las pasiones, impulsos y deseos del hombre se densificaron, se degradaron, por así decirlo, por causa de los Seres Luciféricos. Si no se hubieran acercado, el hombre habría conservado un anhelo perpetuo por su hogar celestial, por los reinos del espíritu del cual ha descendido. No se habria deleitado con lo que le rodea aquí en la tierra; las impresiones terrenales no habrían despertado interés en él. Fue merced a los Espíritus Luciféricos que llegó a tener este interés, esa apetencia por las impresiones de la tierra. Estos Espíritus lo impulsaron a la esfera terrenal impregnando la parte constitutiva más interna, su cuerpo astral. ¿Por qué no se apartó por completo entonces, el hombre, en ese momento de los Espíritus de la forma o de los reinos espirituales superiores en general? ¿Por qué en sus intereses y deseos no sucumbió por completo al mundo de los sentidos?
Fue porque los Espíritus que dirigían a la humanidad en la dirección correcta, tomaron medidas para contrarrestarlos; inculcando en el ser del hombre la enfermedad, el sufrimiento y el dolor, que a pesar de lo que pueda parecer, trabajan a su favor,. Ese fue el contrapeso necesario ante los hechos de los Espíritus Luciféricos.
Los Espíritus Luciféricos le dieron al hombre los deseos materiales; para contrarrestar tales deseos, los Seres superiores introdujeron la enfermedad y el sufrimiento como consecuencia de los deseos e intereses materiales, con la finalidad de impedirle sucumbir por completo a este mundo de los sentidos. Y por eso hay tanto sufrimiento y dolor en el mundo exactamente, como interés hay solo por lo físico y material. Los platos de la balanza se mantienen en perfecto equilibrio; uno no supera al otro: tantas pasiones y deseos por un lado, tanta enfermedad y dolor por el otro. Este fue el efecto de las actividades mutuas de los Espíritus Luciféricos y los Espíritus de la Forma en la época Lemuriana. Si los Espíritus Luciféricos no se hubieran acercado, el hombre no habría descendido al reino terrenal tan pronto como lo hizo realmente. Su pasión y anhelo por el mundo sensible también hizo que sus ojos se abrieran y le permitiera mirar el campo circundante de la existencia material antes de lo previsto por los dioses. Si la evolución hubiera continuado ininterrumpidamente a lo largo del curso pretendido por los Espíritus progresivos, el hombre habría podido ver el mundo circundante solo desde la mitad de la época Atlante en adelante. Pero entonces lo habría visto espiritualmente, no como lo ve hoy en día; lo habría visto como la expresión directa de los seres espirituales. Debido a que el hombre llegó prematuramente a la esfera terrenal, forzado hacia abajo por sus intereses y deseos terrenales, hizo que las condiciones fueran diferentes de las que habrían sido en mitad de la época atlante.
El resultado fue que los Espíritus Ahrimanicos - "Espíritus Mefistofélicos", como es igualmente correcto llamarlos - se mezclaron entre lo que el hombre podía ver y aprehender; de ese modo cayó en el error, en lo que, por primera vez, puede llamarse correctamente "pecado consciente". Las huestes de espíritus ahrimánicos han trabajado sobre el hombre desde mediados de la época atlante en adelante. ¿A qué seduccion se vieron sometidos los hombres, por estos espíritus ahrimánicos? Los hombres se vieron incitados a considerar que todo en su entorno es material, con el resultado de no poder ver a través de este mundo material sus verdaderos fundamentos espirituales. Si el hombre hubiera percibido lo espiritual en cada piedra, en cada planta, en cada animal, nunca habría caído en el error y con ello en el mal; si nada mas hubieran actuado sobre él los Espíritus progresivos, habría estado protegido ante aquellas falsa ilusiones de las que siempre es presa fácil, cuando se basa únicamente en las manifestaciones del mundo de los sentidos.
¿Cómo actuaron los Seres espirituales que desean promover el progreso del hombre, para combatir esta corrupción, error e ilusión que surgen del mundo material? Se ocuparon de que el hombre en realidad fuese apartado del mundo material como tal, -el proceso fue, por supuesto, lento y muy gradual- ; esto les permitió hacerse cargo y desarrollar su karma. Por lo tanto, los Seres sobre los que recayó la tarea de rectificar la tentación de los Seres Luciféricos, trajeron al mundo sufrimiento, dolor y todo lo relacionado con ellos, o sea, la muerte, los Seres cuya tarea fue rectificar el resultado de los errores derivados del mundo sensorial, hicieron posible que el hombre, a través de su karma, borrase eventualmente todo los errores, todo el mal que ha forjado en el mundo. Porque, ¿Qué hubiera pasado si se hubiera convertido en presa del mal y el error? Poco a poco se habría convertido en uno con el mal; ningún progreso hubiera sido posible para él. Porque con cada error, con cada mentira, con cada ilusión, arrojamos un obstáculo en el camino del progreso. Retrocederíamos en nuestro camino de progreso exactamente en la misma medida en que hemos obstaculizado nuestro camino a través del pecado y el error, si no estuviéramos en posición de rectificarlos; en otras palabras, no podríamos alcanzar la verdadera meta del hombre. Sería imposible alcanzar este objetivo si las fuerzas reguladoras, las fuerzas del karma, no estuvieran operando.
Supongamos que en alguna vida cometen un error. Si este error se fijara firmemente en su vida, significaría sin mas, que perderían el paso que habrían tomado si no hubiesen cometido tal error; con cada error, se perdería un paso: los pasos perdidos se corresponden exactamente con los errores cometidos. Si no se hubiera dado la posibilidad de superar los errores, el hombre finalmente se habría visto engullido por ellos. Pero le fue otorgada la bendición del karma. ¿Qué significa esta bendición para el hombre? ¿El karma es algo por lo que estremecerse, algo que hay que temer? ¡De hecho no! El karma es un poder del cual el hombre debería estar agradecido. Porque el karma nos dice: si has cometido un error, recuerda que "A Dios no se le puede burlar; todo lo que el hombre siembra, eso también cosechará ". Un error exige que lo enmiendes; despues de haberlo borrado de tu karma, ¡puedes dar un paso adelante!
Sin el karma, ningún progreso sería posible. El karma es una bendición que nos ha sido otorgada, en la medida en que nos obliga a rectificar cada error, a volver a recuperar los pasos que nos hicieron retroceder.
El karma ha sido por lo tanto, la consecuencia indirecta de las acciones de Ahriman. Y ahora vayamos más allá. En nuestros días nos estamos dirigiendo hacia la época en la cual se acercarán al hombre otros Seres - Seres que en el inmediato futuro se entrometerán cada vez más profundamente en la evolución humana. Así como los Espíritus Luciféricos intervinieron en la época Lemurica y los Espíritus Ahrimánicos en la época de la Atlántida, nuestra época también verá la intrusión de otros Seres. Veamos cual es la naturaleza de estos Seres.
De los Seres que intervinieron durante la época lemuriana debemos decir: que se atrincheraron en el cuerpo astral del hombre, atrayendo su interes, sus impulsos y deseos hacia la esfera terrenal. Para hablar con más precisión. ¿Dónde se atrincheraron estos Seres Luciféricos?
Esto solo se puede entender tomando como base lo expuesto en mi libro Teosofía. Allí se muestra cómo deben diferenciarse los siguientes miembros del ser humano: primero, su cuerpo físico; luego su cuerpo etérico o cuerpo de vida y despues su cuerpo astral, o como lo llamaba en ese libro, el cuerpo sensible o cuerpo anímico.
Estos son los tres miembros con los que el hombre fue dotado antes de su existencia terrenal. La base del cuerpo físico fue instaurada en el Antiguo Saturno, el cuerpo etérico en el Antiguo Sol, el alma o cuerpo sensible en la Antigua Luna . En la Tierra se agregó el alma sensible, que en realidad es una transformación, una elaboración llevada a cabo inconscientemente, del cuerpo sensible. Lucifer se ancló en el alma sensible; y allí permanece. A través de la transformación inconsciente del cuerpo etérico, nació el alma intelectual, cuya descripción más detallada está contenida en el libro titulado "La educación del niño". Fue en este segundo miembro del alma, el alma intelectual, la parte transformada del cuerpo etérico, donde Ahriman estableció su base. Desde allí, atrae al hombre hacia falsos conceptos y juicios de las cosas materiales, lo conduce al error, al pecado, a la mentira, a todo lo que se origina en el alma intelectual o mental. En toda ilusión de que la materia es la única realidad, debemos percibir las susurradas impresiones de Ahriman, de Mefistófeles. En tercer lugar, está el alma consciente (alma espiritual), que surge de una transformación inconsciente del cuerpo físico. Recordarán cómo tuvo lugar esta transformación. Hacia el final de la época atlante, la parte del cuerpo etérico correspondiente a la cabeza entró directamente en la cabeza física y gradualmente generó la autoconciencia en el cuerpo físico. Básicamente hablando, el hombre está trabajando aún en esta transformación inconsciente del cuerpo físico, en el desarrollo del alma consciente. Y en la época actual, ya van acercándose, esos Seres espirituales conocidos como los Asuras (ver Nota 1) se deslizarán dentro del alma consciente y por tanto en el "yo" o ego humano, porque el "Yo" se ilumina dentro del alma consciente. Los Asuras generarán el mal con una fuerza mucho más poderosa que la ejercida por los poderes satánicos en la época de la Atlántida o por los Espíritus Luciféricos en la época Lemúrica.
En el transcurso del período terrestre, el hombre desechará toda la maldad proporcionada junto con la bendición de la libertad por los espíritus Luciféricos. La maldad proporcionada por los espíritus ahrimánicos podrá deshacerse en el transcurso del karma. Pero el mal producido por los poderes Asúricos no puede ser eliminado de esta manera. Mientras que los buenos espíritus instituyeron el dolor y el sufrimiento, la enfermedad y la muerte para que a pesar de la posibilidad del mal, la evolución del hombre pudiese avanzar, mientras que los buenos espíritus hicieron posible el funcionamiento del karma para que pudieran resistirse ante los poderes ahrimánicos haciendo bueno lo que era malo, no será tan fácil contrarrestar los poderes Asúricos a medida que vaya avanzando el devenir de la existencia terrestre. Pues estos Espíritus Asúricos, incitarán en lo que han tomado posesión, es decir, el núcleo mismo del ser del hombre, el alma consciente junto con el "yo", a unirse con la materialidad terrenal. Fragmento tras fragmento será arrancado del 'Yo', y en la misma medida en que los Espíritus Asúricos se establecen en el alma consciente, el hombre debe dejar partes de su existencia atrás en la tierra. Convirtiéndose así en la presa de los poderes Asúricos perdiéndose irremediablemente. No es que el hombre deba convertirse en su víctima al completo, sino que partes de su espíritu serán arrancadas por los poderes asúricos. Estos poderes asúricos están siendo anunciados hoy por la tendencia predominante de vivir completamente en el mundo material dejando de lado la realidad de los seres espirituales y los mundos espirituales. Es cierto que los poderes Asúricos corrompen al hombre hoy de una manera que es más teórica que real. Hoy lo engañan por varios medios y le hacen pensar que su 'yo' es un producto del mundo físico solamente; lo revisten con un tinte de materialismo teórico. Pero a medida que pasa el tiempo -y los signos premonitorios de esto son las pasiones disolutas y sensuales que prevalecen cada vez más en la tierra- cegarán la visión del hombre de los Seres espirituales y los poderes espirituales. El hombre no sabrá nada ni deseará saber nada de un mundo espiritual. Cada vez más, se enseñará no solo que los ideales morales más elevados de la humanidad son simples sublimaciones de impulsos animales, que el pensamiento humano no es más que una transformación de una facultad que también poseen los animales, que el hombre es similar al animal con respecto a su forma e incluso que todo su ser desciende del animal, sino que además tomará esta visión con toda seriedad y ordenará su vida de acuerdo con ella.
El hombre aún no basa completamente su vida sobre el principio de que su verdadero ser desciende del animal. Pero esta visión de la existencia inevitablemente surgirá, con el resultado de que los hombres también vivirán como animales, se hundirán en impulsos animales, pasiones animales. Y en muchas de esas cosas que no necesitan ser especificadas aquí, muchas cosas que en las grandes ciudades tienen expresión en orgías de sensualidad disoluta, ya podemos percibir el brillo espeluznante e infernal de los Espíritus que llamamos los Asuras.
Una vez más, volvamos repasar. Hemos dicho que el sufrimiento y el dolor, incluso la muerte, fueron provocados por los Espíritus que están empeñados en el progreso del hombre. Las palabras de la Biblia son inequívocas: "Darás a luz a tus hijos con dolor". La muerte ha venido al mundo. La muerte fue decretada para el hombre por los poderes que se oponen a los espíritus Luciféricos. ¿De quién procede el don del karma mismo, quién hizo posible el karma para el hombre? - Para entender la relevancia de lo que se dice aquí, deben descartar todas las conceptos terrenales y pedantes del tiempo. Los conceptos terrenales del tiempo dan lugar a la creencia de que lo que una vez ha sucedido aquí o allá tendrá un efecto solo sobre lo que viene después. Pero en el mundo espiritual se da la circunstancia de que lo que va a suceder se revela de antemano en su efecto; en su efecto ya está allí, de antemano. ¿De dónde viene la bendición del karma? ¿De dónde ha surgido en nuestra evolución terrenal esta bendición del karma? Nada menos que del poder de Cristo.
Aunque Cristo apareció solo más tarde, Él siempre estuvo presente en la esfera espiritual de la tierra. Ya en los antiguos Oráculos de la Atlántida, los sacerdotes de esos Oráculos hablaban del "Espíritu del Sol", de Cristo. En la antigua época de la civilización india, los Santos Rishis hablaron de "Vishva Karman"; Zaratustra en la antigua Persia habló de "Ahura Mazdao", Hermes habló de "Osiris"; y Moisés habló del Poder que, siendo eterno, produce la armonización de lo temporal y lo natural, el Poder que vive en el "Ehjeh asher Ehjeh" (Yo soy el YO SOY) como el precursor de Cristo. Todos hablaban del Cristo; pero, ¿Dónde se encontraba Él en los tiempos antiguos? En el reino donde solo el ojo espiritual puede penetrar, en el mundo espiritual. En el mundo espiritual siempre se le podía hallar, trabajando en y desde el mundo espiritual. Es Él quien incluso antes de que el hombre apareciera en la tierra, envió la posibilidad del karma. Después Él mismo vino a la tierra, y sabemos lo que esto ha significado para el hombre. Hemos descrito lo que fue forjado por Él en la esfera terrenal, hemos hablado del significado del Evento del Gólgota y de su efecto también sobre aquellos que en ese momento estaban en el mundo espiritual, no encarnados en cuerpos terrenales. Sabemos que en aquél momento en el Gólgota, cuando la Sangre brotó de las heridas, el Espíritu de Cristo apareció en el inframundo, inundando todo el mundo de espíritu con resplandor y luz; hemos dicho que la aparición de Cristo en la tierra es también un evento de suprema importancia en cuanto al mundo a través del cual el hombre pasa entre la muerte y un nuevo nacimiento (véase la Nota 2).
El impulso que se expande desde el Cristo es una realidad en el sentido más amplio. Necesitamos preguntarnos qué habría sido de la tierra si Cristo no hubiera aparecido. Precisamente partiendo de la imagen opuesta, una tierra sin Cristo, pueden entonces, comprender el significado de la venida de Cristo. Supongamos que Cristo no haya venido, que el Misterio del Gólgota no haya tenido lugar.
Antes de la venida de Cristo, la condición en el mundo espiritual de las almas humanas que más habían progresado, que habían adquirido el más profundo interés por la vida terrenal, estaba expresado verdaderamente por el dicho de los griegos: Es mejor ser un mendigo en los mundos superiores que un rey en el reino de las Sombras. Porque antes del Evento del Gólgota las almas en el mundo espiritual se sentían completamente aisladas, envueltas en la oscuridad. El mundo espiritual a pesar de toda su resplandeciente claridad, no era transparente para quienes lo traspasaban por el portal de la muerte. Cada uno se sentía aislado, empujado dentro de sí mismo como si una pared estuviera entre él y cualquier otra alma. Y esta sensación de aislamiento se habría vuelto más y más intensa. El hombre se habría endurecido dentro del ego, habría sido proyectado hacia su propia interioridad y no habría podido encontrar ningún puente para con los demás. Y el egoísmo, ya intenso, se habría incrementado lo indecible con cada nueva encarnación.
La existencia terrenal habría vuelto más egoístas cada vez a los hombres. No habría habido perspectivas de hermandad en la tierra o de armonía interior entre las almas; porque con cada periplo a través del mundo espiritual, habría penetrado una influencia cada vez más fuerte en el ego. Eso es lo que le hubiera pasado a una tierra sin Cristo. Que se hallara de nuevo el camino de un alma a otra, que haya sido posible que la poderosa fuerza de la fraternidad se derramase sobre toda la humanidad, esto se debe a la venida de Cristo, al evento del Gólgota. Por lo tanto, Cristo es el Poder que le ha permitido al hombre convertir la existencia terrenal en última instancia en una buena expiación, en otras palabras, darle al karma su verdadera configuración, ya que el karma debe resolverse en la tierra. Que el hombre encuentre en sí mismo la fuerza para sacar provecho de su karma en la existencia física, que la evolución progresiva sea posible para él; todo esto se debe a la acción del Evento de Cristo, a la presencia de Cristo en el reino terrenal.
Vemos pues muchas fuerzas y seres diversos trabajando en pos de la evolución de la humanidad. Si Cristo no hubiera venido a la tierra, el hombre habría sido sobrepasado por sus errores, porque habiéndose endurecido dentro de sí mismo, se habría autoconvertido como en un globo, completamente autoencerrado, sin saber nada de otros seres, conducido a esa condición por el error y el pecado
Cristo es verdaderamente la Luz que nos hace salir del error y del pecado, la Luz que le permite al hombre encontrar el camino hacia arriba. Y ahora preguntémonos: ¿Qué fue lo que perdió el hombre en cuanto descendió del mundo espiritual y quedó enredado en los deseos y pasiones bajo la influencia de Lucifer y despues, bajo la influencia de Ahriman, en el error, las ilusiónes y la mentira en el mundo terrenal? - Fue la perdida de la visión directa del mundo espiritual, perdiéndo así la comprensión del mundo espiritual.
Entonces, ¿Qué, habría que recuperar? Debe recuperar la plena comprensión del mundo espiritual. Como ser autoconsciente, el hombre puede captar la importancia de la Acción de Cristo, solo, dándose cuenta con total claridad de comprensión, del significado de Cristo. El Poder de Cristo está allí en verdad, no traido por el hombre, porque el Poder de Cristo fue traído a la tierra por el mismo Cristo. El karma ha llegado a la humanidad a través de Cristo. Pero ahora, con la autoconciencia, el hombre debe aprender a conocer a Cristo en su naturaleza real y en su relación con todo el universo. Solo así puede el hombre trabajar en el verdadero sentido como un 'yo'. Entonces, qué logrará realmente cuando, después de la aparición de Cristo, no se dé simplemente por satisfecho dejando que el poder de Cristo actúe sobre él inconscientemente, diciendo: Estoy contento con saber que Cristo vino a la tierra; ¡Él me redimirá y asegurará mi progreso! - sino cuando dice: Estoy decidido a saber qué es Cristo en toda su realidad, cómo descendió; ¡Estoy decidido a participar a través de mi propio espíritu en la obra de Cristo! - ¿Qué logra el hombre con eso?
Tengan bien presente que debido a que los Espíritus Luciféricos se deslizaron en su cuerpo astral, el hombre descendió al mundo de los sentidos, cayendo preso del mal, aunque también adquiriendo la posibilidad de una libertad autoconsciente. Lucifer está realmente presente en el ser del hombre, lo ha atraído a la tierra, lo ha atrapado en la existencia terrenal; puesto que las pasiones y los deseos contenidos en el cuerpo astral han sido dirigidos por Lucifer ante todo hacia el reino terrenal, Ahriman también estuvo en disposición de invadir el cuerpo astral, en el alma intelectual. Cristo apareció, y con Él la fuerza que puede llevar al hombre hacia arriba nuevamente hacia el mundo espiritual. Mas ahora, si así lo quiere, el hombre puede llegar a conocer a Cristo, puede acumular toda la sabiduría con este fin. ¿Qué logra con ello? Algo muy dificil de describir! Cuando un hombre conoce a Cristo, cuando absorbe la sabiduría que engendra la comprensión de lo que Cristo es realmente, entonces se redime a sí mismo y a los Seres Luciféricos a través de este conocimiento de Cristo. Si el hombre simplemente dijera: estoy contento con el hecho de que Cristo apareciese y me permitiera ser redimido por Él inconscientemente, entonces él no contribuiría en nada a la redención de los Seres Luciféricos. Estos Seres Luciféricos que han traído la libertad del hombre, también tienen la posibilidad, si así lo quieren, de ser tenidos cuenta a fin de entender a Cristo. Entonces los Espíritus Luciféricos son purificados y limpiados en el fuego del cristianismo y el mal causado por ellos a la tierra, se transforma en bendición. Se ha ganado la libertad; pero también será llevada a la esfera espiritual como una bendición. Que el hombre sea capaz de esto, que sea capaz de entender a Cristo, que Lucifer, resucitado en una nueva forma, pueda unirse con Cristo como un buen Espíritu; esto, en forma de profecía, fue dicho por Cristo mismo a quienes lo rodean, cuando Él dijo: "¡Seréis iluminados por el Espíritu nuevo, por el Espíritu Santo!" Este "Espíritu Santo" no es otro que el Espíritu por medio del cual el hombre puede comprender lo que Cristo ha forjado. Cristo no solo deseaba trabajar, sino también ser acogido, comprendido. Por lo tanto, el envío del Espíritu por el cual los hombres son inspirados, el envío del "Espíritu Santo", está implícito en el cristianismo.
En el sentido espiritual, Pentecostés pertenece inseparablemente a la Pascua. Este "Espíritu Santo" no es otro que el Espíritu de Lucifer, resucitado ahora en una gloria más alta y más pura, el Espíritu del entendimiento independiente, la sabiduría entretejida. Cristo mismo predijo que este Espíritu vendría a los hombres después de él, y que en la luz de este Espíritu deben proceder sus obras. ¿Qué es lo que trabaja hacia adelante a la luz de este Espíritu? ¡La corriente mundial de la ciencia espiritual, si se concibe correctamente! ¿Qué es esta ciencia espiritual? Es la sabiduría del Espíritu, la sabiduría que se eleva hacia la plena luz de la conciencia que en el cristianismo, de lo contrario permanecería en el inconsciente. La antorcha del Lucifer resucitado, del Lucifer ahora transformado en el bien, proclama el camino hacia Cristo. Lucifer es el portador de la Luz - ¡Cristo es la Luz! Como la misma palabra indica, Lucifer es el "Portador de la Luz". Eso es lo que debería ser el movimiento científico espiritual, que está implícito en él. Aquellos que saben que el progreso de la humanidad depende de la captación viva del poderoso Evento del Gólgota son aquellos que, como los "Maestros de la Sabiduría y de la Armonía de los Sentimientos" están unidos en la gran Logia Guía de la humanidad. Y como sucedió una vez que las "lenguas de fuego" descendieron como un símbolo viviente sobre el grupo de los apóstoles, así también el "Espíritu Santo" anunciado por Cristo mismo reinará como la Luz sobre la Logia de los Doce. El decimotercero es el líder de la Logia de los Doce. El "Espíritu Santo" es el poderoso Maestro de aquellos a quienes llamamos los "Maestros de la Sabiduría y de la Armonía de los Sentimientos". Es a través de ellos que su voz y su sabiduría fluyen hacia la humanidad en esta o aquella corriente sobre la tierra. Los tesoros de sabiduría reunidos por el movimiento científico espiritual para comprender el universo y los Espíritus en él, cómo a través del "Espíritu Santo" en la Logia de los Doce; y eso es lo que finalmente conducirá a la humanidad paso a paso hacia una comprensión libre y autoconsciente de Cristo y del evento del Gólgota. Así, 'cultivar' la ciencia espiritual significa comprender que el Espíritu ha sido enviado al mundo por Cristo; la búsqueda de la ciencia espiritual está implícita en el verdadero cristianismo. Esto será cada vez más evidente para los hombres; y entonces se darán cuenta de que en la ciencia espiritual tienen un activo potente en sus vidas. Los hombres le deben a la ciencia espiritual la conciencia que amanece en ellos gradualmente, de que Cristo es el Espíritu que llena el mundo de luz. Y la consecuencia será que aquí en este globo terrestre, en el mundo físico mismo, los hombres progresarán en su vida moral, en su vida de la voluntad, en su vida intelectual. A través de la vida física misma, el mundo se espiritualizará cada vez en mayor medida. Los hombres crecerán en bondad, fortaleza y sabiduría y contemplarán con una visión cada vez más profunda los cimientos y los orígenes de la existencia. Llevarán consigo a la vida suprasensible los frutos adquiridos en esta vida física, y una y otra vez traerán estos frutos de la vida suprasensible a una nueva encarnación.
De ese modo, la tierra se convertirá más y más en la expresión de su Espíritu, del Espíritu de Cristo. La ciencia espiritual será entendida a la luz de los fundamentos del mundo, aprehendida como un poder real y activo. En varios aspectos, hoy la humanidad está cerca de perder el Espíritu por completo. En la reciente conferencia pública (ver Nota 3) se dijo que los hombres sufren hoy bajo el temor de la herencia. El miedo hacia el peso de la herencia es la consecuencia directa de nuestra era materialista. ¿Pero es suficiente que un hombre simplemente se autoconvenza de que no necesita tener este miedo? - De ninguna manera eso es suficiente. Un hombre que no se preocupa por el mundo espiritual, que no inculca en su alma lo que puede fluir de la ciencia espiritual, está sujeto a las fuerzas de la herencia física. Solo empapando todo su ser en lo que la ciencia espiritual puede comunicarle adquiere dominio sobre las fuerzas de la herencia, teniendolas en consideración sólo como un factor sin importancia esencial y se convierte en el vencedor de todo lo que los poderes obstáculizadores colocan en su camino en el mundo externo. No es argumentando o filosofando, o contendiendo: ¡el Espíritu existe! - ese hombre pone la vida de los sentidos bajo su mando, pero impregnandose del Espíritu, absorbiendo el Espíritu, teniendo la voluntad de adquirir un conocimiento íntimo del Espíritu. Entonces la ciencia espiritual hará que los hombres sean más saludables incluso en el mundo físico; porque la ciencia espiritual es en sí misma una terapia que trae vigor y salud. Y el poder esencial de la ciencia espiritual será aún más evidente para nosotros cuando consideremos qué sucede con el ser humano cuando atraviesa la puerta de la muerte. La mente moderna encuentra una gran dificultad aquí.
El hombre piensa para sí: ¿Por qué tengo problemas acerca de lo que sucede en el mundo espiritual? ¡Cuando muera, en cualquier caso, entraré en el mundo espiritual y entonces ya veré y oiré lo que allí sucede! Con infinidad de variaciones uno escucha esta fácil forma de hablar: ¿Por qué debería preocuparme por lo espiritual antes de morir? Cuando llegue el momento, veré lo qué haya que ver. Mi relación con el mundo espiritual no se verá alterada en lo más mínimo ¿Que importa si me preocupo o no?. - ¡Pero de hecho esto no es así! Un hombre que piense de esa manera entrará en un mundo de oscuridad y penumbra, incapaz de hacer mucho de lo que se dice en mi libro Teosofía acerca de los mundos espirituales. Porque solo al aliarse en espíritu y alma con el mundo espiritual durante la vida en el mundo físico, el hombre puede adquirir la facultad de percepción en el mundo espiritual; la preparación debe hacerse en su vida aquí en la tierra. El mundo espiritual está allí en verdad: la facultad de poder ver en ese mundo debe ser adquirida en la tierra; de lo contrario, hay ceguera en el mundo espiritual.
La ciencia espiritual es, por lo tanto, el poder que por sí solo hace posible que el hombre entre en el mundo espiritual conscientemente. Si Cristo no hubiera aparecido en el mundo físico, el hombre se habría hundido en ese mundo, no hubiera podído encontrar la entrada al mundo espiritual. Pero Cristo lo eleva al mundo espiritual de tal manera que puede ver y ser consciente allí. Esto depende de si sabe de cómo unir su ser con el Espíritu enviado por Cristo; si falla ese conocimiento, él permanece inconsciente. El hombre tiene que ganar su inmortalidad a través de sus propios esfuerzos, porque una inmortalidad inconsciente no es inmortalidad. Un hermoso dicho de Meister Eckhardt es: "¿De qué le sirve a un hombre ser rey si no lo sabe?" - Lo que quiso decir fue: ¿De qué le sirve el mundo espiritual a un hombre si no sabe lo que los mundos espirituales son en realidad? La capacidad de ver el mundo espiritual solo se puede adquirir en el mundo físico. Quienes preguntan: ¿Por qué fue necesario que el hombre descendiera al mundo físico? hacen bien en tomarse esto en serio. - El hombre descendió para adquirir una visión del mundo espiritual. Él habría permanecido ciego al mundo espiritual si no hubiera descendido y alcanzado la madurez autoconsciente que le permitiese regresar al mundo espiritual que ahora se extiende resplandeciente y luminoso ante su alma.
Por lo tanto, la ciencia espiritual no es simplemente una "concepción del mundo" en el sentido aceptado, sino algo sin lo cual, incluso en la parte inmortal de su ser, el hombre no puede saber nada sobre los mundos inmortales. La ciencia espiritual es un poder activo que penetra el alma como realidad. Y en el hecho de que ustedes están presentes aquí en la búsqueda de la ciencia espiritual, no solo están acumulando conocimiento sino que están creciendo en algo en lo que de otro modo no se hubieran convertido. Esa es la diferencia entre la ciencia espiritual y otras concepciones del mundo. Estas últimas tienen sus raíces en el conocimiento; la ciencia espiritual tiene sus raíces en el ser.
Estas cosas concebidas correctamente, nos harán decirnos: Con esta iluminación, se revela una conexión interna y fundamental entre Cristo, el Espíritu y la ciencia espiritual. Frente a esta conexión, todas las declaraciones superficiales hechas hoy en el sentido de que se está estableciendo una tendencia occidental en oposición a una tendencia oriental de ocultismo se vienen abajo. No puede haber ninguna duda de una tal oposición. No existen dos ocultismos, solo hay un ocultismo; y no existe oposición entre la Teosofía oriental y la occidental. Sólo existe una verdad. Y cuál es nuestra respuesta cuando nos preguntan: si el ocultismo oriental es lo mismo que el ocultismo occidental, ¿Por qué en el ocultismo oriental, Cristo no es reconocido? La respuesta correcta es que no nos corresponde a nosotros responder; esa obligación no se basa en nosotros, porque reconocemos completamente el ocultismo oriental. Si nos preguntan si reconocemos lo que dice el ocultismo oriental sobre Brahma, sobre el Buda, responderemos: sin duda lo reconocemos. Entendemos lo que significa cuando se nos dice que el Buda alcanzó su rango excelso de esta o aquella manera. No negamos ninguna de las verdades orientales; en la medida en que son verdades positivas, las reconocemos a todas. Pero, ¿Evitará esto que reconozcamos también lo que va más allá? ¡De hecho no! Reconocemos lo que dice el ocultismo oriental, pero eso no impide que reconozcamos también las verdades occidentales.
Cuando la gente alega que es una forma inferior de pensar por parte de los orientalistas decir que Buda murió por comer demasiado cerdo, como afirman estos caballeros eruditos, y se explica que esto tiene un significado profundo, a saber, que el Buda impartió demasiada sabiduría esotérica a quienes estaban en su entorno inmediato, de modo que esta sobre abundancia provocó la aparición de una especie de karma, entonces estamos de acuerdo en que es así; decimos: ¡ciertamente detrás de ella subyacen las verdades esotéricas más profundas como aseveran ustedes que son esoteristas orientales! - Pero cuando se asevera que el Apocalipsis fue revelado a San Juan en Patmos en medio de truenos y rayos se considera ininteligible (ver Nota 4), entonces nuestra respuesta será: todos los que conocen lo que realmente se quiere decir, saben que es una verdad! No refutamos lo que se dice sobre el Buda, pero no podemos estar de acuerdo cuando se niega la validez de la otra declaración (concerniente al Apocalipsis). No cuestionamos la afirmación de que el cuerpo astral del Buda se conservó y luego se incorporó a Shankaracharya. Pero eso no nos impide enseñar que el cuerpo astral de Jesús de Nazaret se conservó y en múltiples réplicas se incorporó a varios individuos dedicados al cristianismo, como San Francisco de Asís o Santa Isabel de Turingia. No negamos ninguna verdad única del esoterismo oriental. Por lo tanto, cuando nos preguntan: ¿Por qué se refuta algo? ¿Por qué hay oposición? - no nos corresponde responder. Nos correspondería responder si la oposición viniera de nuestro lado. ¡Pero no es así! El deber de responder descansa en quien niega, no en quien acepta. Eso es bastante obvio
En las próximas semanas (ver Nota 5) podrán oir hablar de la relación entre la ciencia espiritual y el Evento del Gólgota y se darán cuenta de que toda la vocación, toda la misión del movimiento científico espiritual en el mundo se eleva a una esfera superior en la medida en que la ciencia espiritual pone en práctica la inspiración, el poder proclamado como el Espíritu por Cristo mismo.
Por cuanto, se puede ver cómo trabajan juntos los Poderes en el mundo, cómo todo lo que parece oponerse al progreso de la humanidad posteriormente resulta ser una bendición. Nos damos cuenta, también, de que en la época post-atlante, de época en época, el Espíritu que ha traído al hombre la libertad aparecerá de nuevo en una nueva forma; Luciferus, el portador soberano de la Luz, será redimido. Parque todo en el gran plan del mundo, es bueno y el mal solo dura un cierto tiempo. Por lo tanto, solo él que cree en la eternidad del mal confunde lo temporal con lo eterno; quien no se eleva de lo temporal a lo eterno nunca puede entender el mal.


Nota 1:
Los Asuras son seres retardados de la Jerarquía de los Archai (Espíritus de la Personalidad). Son seres que, en lugar de perseguir el progreso del hombre hacia su independencia, lo atraen hacia el egoísmo burdo. En el sentido negativo, ahora llevan el nombre originalmente perteneciente a toda la Jerarquía. C.S.P.
Nota 2:
Cp. Conferencia 13, ciclo VIII: El Evangelio de San Juan en relación con los otros tres Evangelios, especialmente con el Evangelio de San Lucas. "En el momento en que la Sangre brotaba de las heridas en el Gólgota, la Tierra, que en el curso de la evolución se había vuelto más oscura, comenzó a enviar rayos al espacio cósmico, y comenzó a ser radiante".
Nota 3:
Berlín, 18 de febrero de 1909.
Nota 4:
Se hace referencia a un pasaje en La Doctrina Secreta, por H. P. Blavatsky. Un volumen posterior, compilado por Annie Besant de manuscritos dejados por Blavatsky incluye una declaración que indica que el autor no desconocía la importancia del trueno y el rayo como un acompañamiento de las revelaciones espirituales. (C.S.P.)
Nota 5:
Conferencia-Curso sobre las "jerarquías espirituales".

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919