GA094 Leipzig, 1 de julio de 1906. -las diversas regiones del mundo Devacánico

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RUDOLF STEINER

EL MUNDO DEL DEVACHAN.
Las contraimágenes de lo físico mineral forman el continente del Devachan. El óceano fluyente de vida como la segunda región devachanica, la sensación y el sentimiento como la tercera región. La Crónica Akáshica en la cuarta región, el verdadero ser humano en la quinta región.

Leipzig, 1 de julio de 1906.

Cuarta conferencia
Hoy debo darles una descripción del Devachan, es decir, de las experiencias del hombre en ese mundo, entre la muerte y un nuevo nacimiento. No debemos pensar que este mundo está situado en otro lugar. Siempre nos rodea. Pero un ser humano ordinario no posee los órganos que le permiten percibir los hechos relacionados con este mundo. Además, debemos tener en cuenta que nuestro lenguaje, nuestras palabras, solo están acuñadas para el mundo físico. Por lo tanto, los mundos superiores solo pueden describirse mediante comparaciones.
Un objeto en el mundo físico, en el Devachan se representa como un vacío correspondiente al espacio que ocupa el objeto en el mundo físico, y viceversa, un vacío, la nada en el mundo físico, en el Devachan se representa como algo resplandeciente, radiante y resonante. Podemos comparar esto con el negativo fotográfico. El objeto físico encajaría exactamente en el vacío. Sin embargo, es extraño que esto solo se aplique a los objetos de la Naturaleza, mientras que las formas artificiales hechas por el hombre aparecen en el Devachan como positivas. Todo lo que se compone de sólidas sustancias minerales, incluidas las partes minerales de las plantas, los animales y los hombres, son un vacío negativo, existente en la primera región del Devachan. Esto constituye, por así decirlo, la base sólida del Devachan: el continente de Devachan. Por lo tanto, las contra imágenes de objetos físico-minerales forman las regiones continentales del Devachan.
En el Devachan, todo lo que constituye la vida aquí en la tierra, todo lo que permite el crecimiento de plantas y animales, se puede comparar con el océano. Esta es la segunda región de Devachan. Allí encontramos vida fluyendo y derramándose. Y este fluir de vida, estos océanos del Devachan, tienen una gran regularidad. Uno podría compararlos con la circulación sanguínea en el cuerpo humano.
La tercera región consiste en aire, es la atmósfera del Devachan. Contiene todo lo que se conoce en la Tierra como sentimientos y sensaciones. Allí, las corrientes de dolor pueden sentirse como los vientos que soplan en la Tierra. Cada calamidad que tiene lugar en el plano físico se puede escuchar en esta región. Por ejemplo, a través de la clarividencia es posible tener percepciones en el Devachan, una batalla aparece como una tempestad terrible, que se desencadena en relámpagos, truenos y tormentas.
En la cuarta región encontramos todas las ideas fructíferas y valiosas que el hombre haya pensado. Del mismo modo que el cielo estrellado nos rodea aquí en la Tierra, en esta cuarta región encontramos una maravillosa escritura estrellada. Pudiendo leerse como las llamadas Cronicas del Akasha. Todos los pensamientos relacionados con los actos humanos están eternamente grabados allí y pueden leerse. Pero nos encontramos con una escritura aún más grande en el Devachan. En la base fundamental de cada animal, de cada planta, de cada cristal, hay un pensamiento, una idea. Todo ello está escrito en el Devachan.
En la quinta región, el hombre descubre su verdadero ser. "Tat twam asi - este eres tú", la gran verdad central de la filosofía Vedanta resuena en esta región.
En la región continental, el hombre supera gradualmente el sentimiento de importancia que atribuye a su propio cuerpo. Aprende a comparar su existencia física de manera desinteresada con cualquier otra forma de existencia física. Con cada encarnación se vuelve un grado menos egoísta. La primera región del Devachan es la gran escuela que conduce a este grado de perfección.
Cada vez que el hombre atraviesa la segunda región, la región oceánica del Devachan, experimenta la unidad de todo lo vivo. Poco a poco, con el desarrollo de una mentalidad teosófica, esta verdad de la única vida contenida en todo, irá entrando gradualmente en la vida humana. Cuando encarnamos de nuevo, todavía tenemos una pálida reminiscencia de este torrente de vida que lo impregna todo.
En la tercera región, la atmósfera del Devachan, el iniciado y el ser humano que viven entre la muerte y un nuevo nacimiento perciben cada dolor y placer en forma de fenómenos atmosféricos maravillosos, en el sonido de tormentas eléctricas, relámpagos y tempestades. Entonces nos situamos fuera de las emociones del alma y, por lo tanto, podemos mirarlas objetivamente, reconocer su pleno significado. Regresamos a una nueva vida terrenal enriquecida por esta observación, por esta experiencia adquirida en el Devachan.
Cuando alcancemos una cierta etapa en nuestro desarrollo interno, podremos recordar nuestras vidas terrenales pasadas. Esto es solo una cuestión de desarrollo. Todos finalmente llegarán a esta etapa. La repetición frecuente de las experiencias devachanicas nos impresionará tan profundamente, que nuestra memoria ordinaria será suficiente.

Traduccion de Julio Luelmo junio 2017

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