GA055-4 Berlín, 22 de noviembre de 1906 -El origen del mal -Conocimiento suprasensible-

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GA055 Rudolf Steiner

EL ORIGEN DEL MAL
4ª Conferencia
Berlín, 22 de noviembre de 1906



Es característico de toda la literatura moderna, el no hablar apenas del mal; el materialismo simplemente no se ocupa de él. Al parecer, se puede encontrar una explicación materialista para el sufrimiento, la enfermedad y la muerte; pero no para el mal. En el caso del animal, uno habla de crueldad, destructividad, pero uno no puede llamar 'malo' a un animal. El mal está restringido al ámbito humano. La ciencia moderna trata de situar al ser humano a partir del animal y eliminar todas las diferencias entre el hombre y la bestia. Por lo tanto, también debe negar el mal. Para encontrar el mal uno debe entrar completamente en las cualidades humanas y reconocer que el hombre reclama un reino propio. Ahora consideraremos esta cuestión desde el punto de vista de la ciencia espiritual.
Existe una sabiduría humana original que penetra en la naturaleza real de las cosas, subyacentes trás la apariencia puramente externa. En épocas más antiguas, esta sabiduría se conservaba en círculos estrechos, a los cuales se permitía la entrada solo después de estrictas pruebas. Antes de asegurarle a alguien la admisión, debía haber demostrado al guardián de la sabiduría que solo usaría su conocimiento de la manera más desinteresada. Durante las últimas décadas, la parte elemental de esta sabiduría-ciencia se ha popularizado por ciertas razones. Fluirá cada vez más en la vida diaria. Estamos solo al comienzo de este desarrollo.
Veamos hora, ¿Cómo se relaciona el mal con la verdadera naturaleza humana? A menudo se ha tratado de buscar una explicación del mal. La gente ha dicho que no existe el mal en el sentido real de la palabra: -es un bien disminuido, es el peor bien-. Porque, así como hay diferentes grados de existencia en todo, también en la bondad. O bien dicen: como el bien es un poder original, también lo es el mal. Esta visión en particular, se expresaba en el mito persa de Ormuzd y Ahriman. La ciencia oculta es la primera en mostrar cómo debe entenderse el mal partiendo de las profundidades de la naturaleza humana y de toda la naturaleza del cosmos. Si uno lo niega, no puede comprenderlo de ninguna manera. Uno debe entender qué tarea y misión tiene el mal en el mundo. Del desarrollo del hombre en el futuro vemos cómo los hombres han crecido a partir del pasado y lo que significa el mal en su camino de evolución.
La ciencia espiritual enseña la existencia de ciertos hombres altamente evolucionados, los iniciados, y en las Escuelas de Misterios de todos los tiempos, se ha enseñado cómo el hombre puede llegar a tal grado de evolución. Se prescribían ejercicios definidos que desarrollan al hombre de una manera bastante natural. Son ejercicios de meditación y concentración que le dan al hombre otro tipo de visión que no puede alcanzarse con el intelecto y los cinco sentidos. La meditación, en primer lugar, nos aparta del alcance de los sentidos. A través del trabajo interno del alma, el hombre se libera de los sentidos. Entonces ocurre algo similar a la operación en un hombre ciego de nacimiento. Hay una clase de operación que abre los ojos y oídos espirituales del hombre. Será alcanzada en el transcurso de un largo período de tiempo en el desarrollo de toda la raza humana. Pero uno no debe renunciar al mundo si desea elevarse más; un asceta que huye del mundo no sirve a la clarividencia. La clarividencia es el fruto de lo que el alma recoge en el mundo de los sentidos. La filosofía griega comparaba hermosamente el alma humana con una abeja. El mundo del color y de la luz ofrece al alma la miel que trae consigo al mundo superior. El alma debe espiritualizar la experiencia sensorial y llevarla a mundos superiores.
Pues bien, ¿Cuál es la tarea del alma que está libre del cuerpo? Tocamos aquí un principio importante. Cada ser cuando se ha desarrollado a un nivel superior se convierte en guía y líder de esos seres y formas a través de las cuales ha pasado. Cuando el hombre se ha espiritualizado tanto que ya no necesita el cuerpo físico, trabaja en el mundo desde fuera como líder espiritual. Entonces la misión de este planeta se da por cumplida y pasa a otra encarnación. La Tierra obtendrá entonces una nueva existencia planetaria, y los hombres serán entonces los dioses del nuevo planeta. El cuerpo de la humanidad que haya sido abandonado por el Espíritu, será un reino inferior. Actualmente llevamos con nosotros una doble naturaleza: la que gobernará en el próximo planeta y la que será el reino inferior. Así como también la Tierra habiéndose perfeccionado a sí misma a partir de procesos anteriores de evolución, se incorporará renovada. Así como los seres humanos serán los dioses del próximo planeta, también lo fueron los Seres que ahora nos guían, los hombres en el planeta anterior y tenían como elemento inferior lo que somos como hombres en la Tierra. De esta manera, vemos la conexión de la Tierra con procesos que se encuentran en el pasado y en el futuro. La etapa actual del hombre fue una vez la etapa de los Seres que son los creadores y líderes de los hombres de hoy, los Elohim, que se manifiestan como guías de la evolución humana. Y en el planeta futuro, los hombres habrán avanzado tanto que ellos mismos serán líderes y guías.
Pero uno no debe pensar que habrá una recapitulación exacta: lo mismo nunca se repite. Nada sucede en el mundo dos veces; nunca hubo la existencia terrenal que hay ahora. La existencia de la Tierra significa el Cosmos del Amor; la existencia en el planeta anterior significaba el Cosmos de la Sabiduría. Debemos desarrollar el amor desde su etapa más elemental hasta su nivel más elevado. La sabiduría descansa oculta sobre la base de la existencia de la tierra. Por lo tanto, no se debe hablar de la naturaleza humana física "inferior", ya que es realmente la forma más perfeccionada del hombre. Uno debe mirar la estructura llena de sabiduría de un hueso, por ejemplo, la parte superior del muslo. Vemos allí resuelto de la manera más completa el problema de cómo llevar la mayor masa de peso posible con el empleo de la menor cantidad de material y fuerza. Uno debe mirar la maravillosa estructura del corazón, del cerebro. El cuerpo astral no es en efecto, el miembro del ser humano más elevado. Es, digamos, el "disfrutador" que efectúa continuos asaltos a un corazón lleno de sabiduría. Todavía requerirá mucho tiempo para que llegue a ser tan perfecto y sabio como el cuerpo físico. Pero así debe ser, porque ese es el curso de la evolución. El cuerpo físico tuvo que evolucionar también; lo que es sabio en él tuvo que desarrollarse a partir de la falta de sabiduría. La evolución de la sabiduría precedió a la evolución del amor; el amor aún no está perfeccionado. Se encuentra en toda la naturaleza, en las plantas, los animales y los hombres desde el grado más bajo -el amor sexual- hasta el amor espiritualizado más elevado. Innumerables seres que ha producido el impulso del amor se destruyen en la batalla por la existencia. El conflicto está activo dondequiera que esté el amor, la entrada del amor trae conflicto, conflicto necesario. Pero el amor también lo superará y transformará el conflicto en armonía.
La sabiduría es la característica propia de la naturaleza física y donde esta sabiduría va impregnada por el amor es el comienzo de la evolución terrenal. Así como hoy existen conflictos en la tierra, también se encontraban errores en el planeta anterior. Destacados seres fabulosos deambulaban por ahí: errores de la naturaleza que no fueron capaces de evolucionar. El amor crece a partir de la ausencia de amor y la sabiduría procede de la carencia de sabiduría. Aquellos que alcancen la meta de la evolución terrenal llevarán amor al próximo planeta como una fuerza de la naturaleza, así como la sabiduría fue traída una vez a la Tierra. La humanidad de la Tierra admira a los dioses como portadores de la sabiduría. Los hombres del siguiente planeta mirarán a los dioses como portadores del amor. La sabiduría le fue concedida a los hombres como revelación divina de los hombres del planeta anterior. Todos los reinos del mundo están conectados entre sí. Si no hubiera plantas, entonces en poco tiempo el aliento de la vida se contaminaría; los hombres y los animales inhalan oxígeno y exhalan ácido carbónico que destruye la vida. Sin embargo, las plantas inhalan ácido carbónico y emiten oxígeno. Aquí, el más alto depende de lo más bajo para el aliento de la vida.
Y es lo mismo en todos los reinos. Así como el animal y el hombre dependen de las plantas, los dioses dependen del hombre. Eso fue expresado muy bellamente por la mitología griega en la que los dioses recibían néctar y ambrosía de los mortales. Ambos términos simbolizan amor; el amor se ha creado dentro de la raza humana. Y la raza de los dioses respira en amor; es el alimento de los dioses. El amor creado por el hombre es alimento para los dioses. Eso es mucho más real que, digamos, la electricidad, por muy peculiar que parezca al principio, el amor aparece, para empezar, como amor sexual y evoluciona hasta el amor divino más elevado. Pero todo el amor, desde el más bajo al más alto, es el aliento de los dioses. Ahora se podría decir: si todo eso es verdad, entonces no puede haber maldad. Pero la sabiduría subyace en el mundo, el amor evoluciona. La sabiduría es la guía del amor. Así como toda la sabiduría nace a partir del error, así también la lucha del amor por elevarse solo fuera del error, así también la lucha del amor por elevarse solo fuera del conflicto.
No todos los seres de la anterior evolución planetaria, alcanzaron la altura de la sabiduría. Ciertos seres permanecieron rezagados situándose aproximadamente entre los dioses y los hombres. Ellos, todavía necesitan algo del hombre, tampoco pueden revestirse en un cuerpo físico. Se les llama seres luciféricos o se los agrupa bajo el nombre de su líder, Lucifer. ¿Cómo trabaja Lucifer en el hombre? No como lo hacen los dioses. Ellos se aproximan a lo más noble que hay en el hombre; no pueden ni deben acercarse a lo inferior. Solo al final de la evolución, la sabiduría y el amor celebrarán sus nupcias. Pero los seres Luciféricos, en cambio, se aproximan al elemento mas inferior, menos evolucionado del amor. Formando así, el puente entre la sabiduría y el amor. De ese modo, la sabiduría se mezcla primero con el amor. Lo que pertenece solo al ámbito de lo impersonal (la sabiduria) se ve por tanto, enredado con la personalidad (el amor). En el planeta primitivo, la sabiduría era un instinto, como en la actualidad lo es el amor. Predominaba un instinto de sabiduría creadora, como hoy en día un instinto de amor creativo. La sabiduría guiaba al hombre instintivamente; pero a través del hecho de que la sabiduría se alejó y dejó de ser guiada, el hombre se volvió consciente de sí mismo y pudo darse cuenta de que era un ser independiente.
En el animal, la sabiduría sigue siendo instintiva, por lo que el animal aún no es consciente de sí mismo. La sabiduría, sin embargo, deseaba conducir y guiar al hombre desde afuera, desconectada del amor. Entonces llegó Lucifer e implantó la sabiduría humana en el amor. Y la sabiduría humana alzó la mirada a la sabiduría divina. En el hombre, la sabiduría se convirtió en entusiasmo y amor propio. Si solo hubiera ejercido su influencia la sabiduría, el hombre se habría convertido solo en bueno; él habría usado el amor únicamente para la construcción de la conciencia terrenal. Pero Lucifer conectó el amor con el yo y el amor propio se agregó a la autoconciencia. Eso fue bellamente expresado en la historia del Paraíso: "... y vieron que estaban desnudos". Eso significa que los seres humanos se vieron a sí mismos por primera vez; anteriormente solo habían visto el mundo circundante. Tenían solo una conciencia terrenal, pero no una autoconciencia. En lo sucesivo, los hombres podrían poner la sabiduría al servicio del yo; a partir de entonces dió comienzo al amor desinteresado por el entorno y al amor propio. Y el amor propio era malo y el altruismo era bueno. El hombre nunca hubiera obtenido una cálida autoconciencia sin Lucifer. El pensamiento y la sabiduría entonces quedaron a disposición del yo y se podía elegir entre el bien y el mal. El amor debe dedicarse al yo solo para poner este Yo al servicio del mundo. La rosa puede deplegar toda su belleza, tan solo para embellecer el jardín. Eso debe inscribirse profundamente en el alma para un desarrollo oculto superior. Para poder sentir el bien, el hombre también debe ser capaz de sentir el mal. Los dioses le dieron entusiasmo por lo superior. Pero sin el mal no podría haber sentimiento de sí mismo, ni libre elección del bien, ni libertad. El bien podría haberse realizado sin la mediación de Lucifer, pero carecería de la libertad. Para poder elegir el bien, el hombre también debe tener al mal frente a sí; debe vivir dentro de él como la fuerza del amor propio. Pero el amor propio debe convertirse en amor por todos. Entonces el mal será superado. La libertad y el mal tienen la misma procedencia originaria. Lucifer hace al hombre humanamente entusiasta por lo divino. Lucifer es el portador de la luz; los Elohim son la luz misma. Si la luz de la sabiduría ha encendido la sabiduría en el hombre, entonces Lucifer ha traído la luz al hombre. Pero la sombra negra del mal tuvo que entremezclarse; Lucifer trae una sabiduría rebajada y manchada, pero esto puede penetrar en el hombre. Lucifer es el portador de la ciencia humana externa que está al servicio del egoísmo. A los alumnos de ocultismo, por lo tanto, se les exige el desinterés con respecto al conocimiento. Lo que la levadura de la masa vieja, significa para el pan nuevo: esto, significa Lucifer para nosotros, de la anterior evolución planetaria. Lo malo, en el lugar adecuado, es bien; con nosotros ya no es bien. El mal, es bien que está fuera de lugar. El bien absoluto de un planeta siempre trae maldad en una de sus partes al nuevo planeta. El mal es un curso de evolución necesario.
No se debe decir que el mundo es imperfecto porque contiene el mal. Más bien es perfecto precisamente por ese motivo. Cuando se muestran bellas figuras de luz en una pintura junto con diablos malvados, la imagen se estropearía si se quisiera recortar las figuras del diablo. Los creadores del mundo necesitaban el mal para promover el desarrollo del bien. Primero se debe romper un bien en la roca del mal. El Amor total solo puede alcanzar su más alto florecimiento a través del amor propio. Por lo tanto, Goethe está en lo cierto cuando, en "Fausto", hace que Mefistófeles diga que es "... parte de ese Poder que hará siempre el Mal y que siempre hace el Bien".




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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919