GA094 Leipzig, 2 de julio de 1906. -La personalidad, expresión terrenal de la individualidad eterna

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5ª conferencia

Reincorporación de formas y especies en la naturaleza. La personalidad, expresión terrenal de la individualidad eterna. El karma, la gran ley de la justicia mundial. El sacrificio de Cristo fue por toda la humanidad.

Leipzig, 2 de julio de 1906.

Tuvimos que conocer los mundos superiores en general de antemano para poder entender claramente hoy lo que es la reencarnación y el karma. Por reencarnación entendemos el paso del espíritu humano por varias vidas terrenales.

Esta ley de la reencarnación es básicamente la misma que se encuentra en el resto de la naturaleza. Tomemos una sustancia simple, por ejemplo la sal común. Se "encarna", se cristaliza una y otra vez en cubos. Podemos hablar de una reencarnación de la forma. Del mismo modo, podemos observar esta ley en el mundo vegetal. Las flores desaparecen, pero sus especies permanecen, vuelven a aparecer al año siguiente como flores del mismo tipo. Aquí tenemos una reencarnación de la especie. Lo mismo ocurre en el reino animal.

En el caso de los seres humanos, no hablamos de la especie, sino de la individualidad. No es la especie la que se conserva al nacer y morir, sino la individualidad, el núcleo real del ser humano. Esto aparece en una personalidad siempre nueva. La personalidad respectiva es sólo la expresión de la individualidad eterna. La reencarnación no siempre ha prevalecido en la tierra, y tampoco dura para siempre en el futuro, sino que tiene una duración definida.

 Ahora bien, ¿Tiene la repetición de las vidas terrestres un valor, un significado? Sólo hay que tener claro lo que son realmente la reencarnación y el karma.  Esta ley está estrechamente relacionada con todo el proceso de desarrollo de la humanidad en la tierra. Volvamos la vista a la antigua Grecia: ¡qué diferentes eran las condiciones entonces, y qué profundamente ha cambiado todo el modo de vida exterior en estos dos milenios! En general, la faz de la tierra, de toda la cultura, cambia por completo cada vez que el hombre se somete a su siguiente reencarnación. Para el ser humano siempre se produce una nueva encarnación cuando tiene que realizar algo nuevo en la tierra. En doce veces 2160 años el sol completa un ciclo completo alrededor de todo el zodiaco. Los pueblos antiguos aún conocían la conexión entre la vida humana y el recorrido del sol a través de las doce constelaciones. En la antigüedad, en Persia se adoraba la imagen de los gemelos; a esto le siguió una época en la que se adoraba al toro. Este culto encontró su expresión histórica en el culto a Mitra y Apis. Luego llegó el momento en que se adoró al cordero, al carnero. Hay 2160 años entre cada una de estas imágenes. Se calcula que, por término medio, dos encarnaciones caen dentro de este periodo de 2160 años; una de ellas es femenina, la otra masculina.

Lo que hemos adquirido como sabiduría y conocimiento en una vida, sale como habilidades en la siguiente vida.

El karma es la ley de causa y efecto en las diferentes vidas. La ley de causa y efecto se reconoce generalmente para el mundo físico, pero no para la vida espiritual. Sin embargo, también hay que preguntarse por las distintas causas de la vida de las personas. El karma es la gran ley de la justicia mundial. Pero no hay que entender el karma de forma fatalista. No todos los acontecimientos tienen que ser consecuencias del pasado. También llegan al hombre cosas nuevas, que luego encuentran su compensación en vidas posteriores.

Se puede comparar el efecto de la ley del karma con la técnica del comerciante que lleva un libro de cuentas. Los representantes del cristianismo confesional se oponen a la ley del karma alegando que la muerte de Jesús fue un sacrificio sustitutivo de expiación, pero la teosofía enseña la autorredención y la expiación de los pecados a través del karma, algo que la religión cristiana no puede aceptar. Pero esta objeción se basa en un malentendido.

También es un malentendido cuando se argumenta que si alguien esta necesitado, entonces no debo ayudarlo, porque no debo interferir con su karma.  Supongamos que una persona llega a un punto en el que ya no puede evitarlo. Entonces le ayudas, y a través de esta ayuda mejoras su destino. O puedes ayudar a doce personas, entonces doce te deben gratitud. A estos doce no se les ocurrirá decir que no puede ayudarnos en absoluto, el karma requiere que nos ayudemos a nosotros mismos. Pero la ayuda que otro da se inscribe en el karma y se equilibra después. Así que un espíritu poderoso y grande puede ayudar no sólo a una persona o a mil, sino a toda la humanidad en el momento en que lo necesite. Este fue el acto del Cristo Jesús en la tierra. Es una ayuda para todos los hombres y está inscrita en el karma de todos los hombres y es un efecto para todos los hombres. Al enseñar tales cosas, la ciencia espiritual es la mejor servidora del cristianismo. Transmite la verdadera comprensión del cristianismo. Tiene que hacer un trabajo de iluminación para que se encuentre el camino.

Traducido por J.Luelmo 2017

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