GA088-4 Berlín 27 de octubre de 1903 -ENFERMEDADES FÍSICAS Y LEYES COSMOLÓGICAS

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RUDOLF STEINER

Enfermedades físicas y leyes cosmológicas


Berlín 27 de octubre de 1903

Se formularon las siguientes preguntas: ¿Por qué existe la imperfección, el mal, el dolor y la enfermedad en el contexto kármico? ¿Acaso no se compensa también el equilibrio kármico propiciado por el pensamiento de un espíritu humano benévolo? El pensamiento de un Dios que perdona es más cercano que el pensamiento de un Dios estrictamente equitativo.
A estas preguntas puede darse la siguiente respuesta:  Nuestra idea de Dios, [tal como se presenta desde el punto de vista teosófico], incluye la idea de que las individualidades son conducidas en el curso del tiempo a su más alta perfección, no de una manera indefinida, sino de tal modo que alcanzan la meta final divina por un camino bien definido de desarrollo. 
En nuestro cosmos nos encontramos con siete estados planetarios de desarrollo: Saturno, el Sol, la Luna, luego viene la Tierra, más tarde ésta pasará al siguiente estado de desarrollo, en el quinto, luego al sexto y finalmente al séptimo. Podemos hacernos una idea de tres de estos siete estados planetarios: el de la Luna, el de la Tierra y el del futuro planeta Júpiter. A nuestro planeta, la Tierra, lo llamamos el cosmos del amor, y al siguiente planeta, Júpiter, el cosmos del fuego.
A los seres más evolucionados del estado actual de la Tierra los llamamos los "Maestros del Amor y la Compasión". Los "Maestros de Sabiduría" eran los seres más evolucionados de la evolución lunar; fueron ellos quienes guiaron la sabia construcción de los órganos humanos a partir de las fuerzas kármicas cósmicas, de tal forma que, por ejemplo, el hambre y la sed aparecen en el momento adecuado. Ahora bien, cuando estos "maestros de sabiduría" aparecen en nuestro tiempo, vienen con demasiada sabiduría. No es válido que un fabricante de pianos deba desarrollar su actividad fuera del taller; en la sala de conciertos su actividad sólo causaría estragos. De ahí que una misma actividad pueda ser buena en un lugar y mala en otro. Esto también se aplica a estos "maestros de sabiduría"; puesto que tienen demasiada sabiduría, en consecuencia causarían daño aquí en la tierra, al igual que el fabricante de pianos causaría daño en la sala de conciertos. Si los "maestros del amor y la compasión" se llevan demasiado de nuestra Tierra al siguiente estado de desarrollo planetario, se convertirían en una especie de "hermanos de la sombra", pues esta siguiente época tendrá la tarea de purificar el elemento Manas hasta el nivel de Budhi. Todos estos sentimientos kármicos purificados fluirán entonces juntos en un solo impulso que se dirigirá hacia el espíritu primordial que fluye e inunda nuestro planeta. Todo lo que el ser humano actual siente fluirá conjuntamente en el siguiente estado en forma purificada como llamas, y estas múltiples llamas individuales se unirán para formar un fuego total. Y por eso este planeta se llama el cosmos de fuego, que se forma a partir de los sentimientos purificados de los corazones humanos, en la medida en que resuenan armoniosamente entre sí.
Este cosmos de fuego guarda la misma relación con nuestro cosmos terrestre que éste con su predecesor. Los seres deben haber pasado primero por la sabiduría, luego por el amor y, finalmente, debe fundirse en el fuego. Este es el objetivo que persigue el Espíritu Primordial, que fluye a través del cosmos. Él quiere que la humanidad viva todas las etapas intermedias. No se trata simplemente de que el hombre alcance la perfección, sino también de hacerle pasar por todas las etapas individuales para que experimente la riqueza de la existencia. Estos objetivos intermedios no podrían alcanzarse si no existiera diversidad en el tiempo y en el espacio. En el espacio, los distintos estadios de la existencia están uno al lado del otro. Pero los seres también viven uno tras otro en el tiempo y atraviesan distintas épocas, distintas etapas. Así, el espíritu primigenio pugna por la diversidad en el tiempo y en el espacio. Deja que los seres progresen a través de sí mismos hacia la perfección. Hace que los seres realmente pasen por las lecciones individuales.
El karma sólo puede funcionar de manera que a lo perfecto le corresponda lo imperfecto. Piensen en un niño que se desarrolla para perfeccionarse con vistas a su vida adulta posterior. Primero tiene que aprenderlo todo. Tiene que aprender a ponerse de pie y a andar, tiene que aprender a mantenerse en equilibrio; en el proceso también se caerá más a menudo. Si no hubiera dolor asociado a las caídas, éstas no tendrían ningún efecto en el perfeccionamiento de las capacidades. Para perfeccionarse, tiene que haber imperfecciones en la vida. Todo hecho debe estar tan ligado de tal modo que ese primer hecho se convierta en una lección para nosotros, que nos enseñe algo. Esto es lo que nos muestra la Teosofía. Todas las etapas intermedias de nuestro planeta son un aprendizaje a través del cual ascendemos al grado más elevado. Por tanto, debemos entender la vida como un proceso de aprendizaje. El divino Espíritu Primigenio nos da la oportunidad de aprender todo lo posible de la vida. Un Dios que sólo perdona nos impediría aprender.

Cada acto se convierte en fuente de conocimiento. Si la oscilación del péndulo hacia un lado no estuviera asociada a la oscilación del péndulo hacia el otro lado, sería imposible el aprendizaje. Es necesario que el péndulo pueda oscilar a ambos lados, para que no seamos dirigidos por la mano de un creador como marionetas. Mientras que en ciertas etapas de nuestra evolución no aparece toda la diversidad de la vida humana, en otras etapas debe aparecer algo que es como la oscilación del péndulo hacia el otro lado.
Ahora bien, se producen enfermedades físicas. Básicamente, no podemos comprender el origen de las enfermedades físicas. Sólo podemos entender que nos sucedan accidentes; pero que nuestro cuerpo simplemente enferme por sí mismo, sin que le ocurra un accidente, eso es algo que no podemos comprender fácilmente. En ocultismo también se considera a los "hermanos de la sombra" como portadores de enfermedades malignas que actúan desde el interior; y podemos buscar en la misma dirección el origen cósmico-kármico de las enfermedades físicas que se producen sin causa externa. Es debido a un exceso de sabiduría en el lugar equivocado, por lo que se produce el extravío hacia el mal. En lo físico, esto significa demasiada intervención en los órganos por parte de los maestros de la sabiduría. Pero en el presente estado terrenal ellos sólo deben ocuparse de la sabiduría y no ahondar en la esfera física de los órganos. Exactamente de esta manera los Maestros de Sabiduría, si hacen aquí lo mismo que acertadamente hicieron en una etapa anterior, se convierten en generadores de enfermedades físicas. Este principio de sabiduría, que por así decirlo se vuelca sobre sí mismo, es el origen del mal físico.
Nuestro cosmos de amor, compasión y benevolencia fue precedido por el cosmos de sabiduría, en el que los seres dedicaban su actividad a la expansión del cuerpo físico. El hecho de que sigan extendiendo su actividad a nuestro cosmos es lo que provoca las enfermedades. Las enfermedades, los males físicos y morales, pueden remontarse a este origen común. Este es un hecho que nos revela la investigación histórica ocultista. Les he mostrado cómo, a través de la investigación externa, nuestro tiempo ha llegado a un punto en el que se hace necesaria la espiritualización mediante la Teosofía. La ciencia occidental llega hasta la puerta de la Teosofía y llama a la puerta, porque no puede encontrar soluciones satisfactorias por sí misma.
Las investigaciones de Lombroso, por ejemplo, se justifican por sí mismas; con él, lo físico y lo psicológico parecen estar cerca lo uno de lo otro. Lo cerca que une la enfermedad y la anormalidad física en el criminal. Lombroso encontró en el físico de los criminales anomalías e irregularidades puramente físicas; él mide los cráneos, busca asimetrías y anomalías y dice que donde hay una falta moral, hay también una desarmonía física. De este modo, acerca la enfermedad moral a la física. Así, la ciencia física llega a convicciones a las que también conduce el ocultismo. Pero la Teosofía sabe que en el caso de las enfermedades morales y físicas se trata de una penetración kármica de la época lunar en nuestra época terrestre; son efectos cósmico-kármicos los que salen a la luz en esta penetración demasiado profunda en lo físico.
Ahora comprenderán por qué los que tienen la facultad de la visión astral pueden ser médicos muy diferentes de los que no tienen esta visión. Durante la época lunar, todo lo que ocurría entonces estaba mucho más cerca de lo astral que hoy; las fuerzas astrales eran mucho más activas, mucho más fluidas, eran mucho más poderosas. El vidente astral puede, por tanto, trazar la conexión que existe entre nuestro mundo y el lunar. Debe pasar de los efectos físicos a las causas astrales. Hay que intentar imaginárselo en una imagen. Imaginemos que lo astral era agua y ahora está congelada, de modo que se puede ver en el hielo todo lo que había antes. Un médico como Paracelso, que tenía esta visión, fue capaz de encontrar toda una serie de procesos curativos incomprensibles para el médico ordinario. Era capaz de determinar las causas de las enfermedades en lo físico a través de su visión, es decir, de ver las causas de las enfermedades en las épocas anteriores de desarrollo. Él decía que no sólo hay que curar lo terrenal, sino también lo sideral del ser humano; es decir, en nuestras palabras: también hay que curar lo astral del ser humano. Paracelso ve la relación entre el efecto del remedio físico que utiliza y la causa de la enfermedad, y también ve el efecto de este remedio. El médico ordinario encuentra el efecto sólo a través de la experimentación.
Como ven, lo que en la tierra aparece como imperfección deja de serlo para nosotros, si lo entendemos como debido a la influencia en nuestra época de la sabiduría que antes estaba justificada. Lo que es perfecto en nuestra época puede ser imperfecto en otra anterior o posterior. Jesús dice: ¿Por qué me llamáis perfecto? Sólo el Padre celestial es perfecto. - Ningún ser es perfecto; sólo es imperfecto dependiendo del lugar y el momento en que se halle.

Traducido por J.Luelmo dic. 2022

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