GA094 Leipzig, 11 de julio de 1906. -Los siete grados de la iniciación Cristiana

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RUDOLF STEINER

LOS SIETE GRADOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA

Leipzig, 11 de julio de 1906.

conferencia catorce

Hoy me gustaría hablar de la iniciación cristiana y del interior de la Tierra. Hay que tener en cuenta que la iniciación cristiana la sufrieron todos aquellos que iban a enseñar el cristianismo desde una profundidad oculta, por ejemplo, también los sacerdotes de los primeros siglos cristianos.  Estas iniciaciones se han conservado durante mucho tiempo, pero poco a poco se han ido modificando un poco, y sólo en ciertos círculos estrechos se han realizado estos estrictos ejercicios. No pienses que el rigor de estos ejercicios puede esperarse de todos, pero quien se somete a ellos alcanzará también un alto nivel de conocimiento en la vía cristiana. En este sentido, Cristo es, por así decirlo, el gurú original para todos los estudiantes cristianos de este camino. 

Angelus Silesius dijo una vez:

                "Si Cristo nace mil veces en Belén y no en ti, 

                seguirás eternamente perdido".

Algo así es lo que surge de las experiencias internas. Algo similar ocurre en el Evangelio de Juan, donde dice: "Pero Jesús salió al templo. "Esta es una experiencia astral y significa que el cuerpo astral sale del físico. Un sustituto del estricto gurú de Oriente en la iniciación cristiana es la exigencia de humildad cristiana, de someterse no a una sola persona sino a Cristo Jesús. La primera etapa es el lavado de los pies. Se llega a ella tratando de vivir durante meses en las siguientes ideas: La planta no puede vivir sin el reino mineral que tiene debajo.

1. Si pudiera hablar, tendría que decir: Tú reino de piedra, eres más bajo que yo, pero a ti te debo mi existencia superior. Y cuando el hombre mira a su alrededor en la vida, debe admitirse a sí mismo: Si he llegado lejos en el ámbito espiritual, otros deben trabajar para mí. Por lo tanto, debemos inclinarnos con humildad y gratitud hacia los que están por debajo de nosotros. "Quien quiera ser el primero será el último en el reino de los cielos", es una palabra del Evangelio.  Este ejercicio conduce finalmente a la imagen interior del lavado de los pies. Cristo lava los pies de los apóstoles para ofrecerles el tributo de su acción de gracias. Los que viven en estas ideas de humildad notan que la imagen del lavado de los pies se les aparece en forma de sueño astral. De este modo, lo que se describe en el Evangelio de Juan se convierte en una experiencia personal.
2. Entonces se puede pasar a la segunda etapa. El alumno debe aprender a soportar todos los sufrimientos y obstáculos de la vida y a mantener la calma, incluso cuando todo se le echa encima. Y de nuevo aparece en el sueño una imagen en el plano astral, la de la flagelación. El alumno no sólo ve la imagen, sino que siente dolores ardientes en todo el cuerpo, incluso en las uñas y el pelo.
3. Cuando esto ha ocurrido, se pasa a la tercera etapa, en la que el discípulo no sólo debe soportar el dolor, sino que también debe ser capaz de soportar con calma las burlas y el ridículo. Como experiencia onírica, la coronación de espinas aparece con un peculiar y temporal dolor de cabeza.
4. Es muy difícil llegar a la cuarta etapa. El discípulo oculto debe desarrollar el sentimiento de que su propio cuerpo tiene exactamente el mismo valor para él que cualquiera de las cosas que lo rodean, debe aprender a considerarlo como algo ajeno, debe llegar a sentirlo: No soy yo quien va allí, sino yo quien lleva mi cuerpo allí. El ya no vive en su cuerpo, sino que lo lleva como un objeto, como la madera de la cruz. Estos ejercicios conducen a la visión de que el discípulo se ve a sí mismo crucificado. Y externamente, esta etapa de iniciación se revela incluso por la aparición de las llamadas marcas de sangre. El discípulo recibe entonces, en correspondencia con los estigmas de la crucifixión, verdaderos estigmas en las partes pertinentes de su cuerpo, que pueden mostrarse temporalmente. Estas experiencias internas y externas se producen después de la correspondiente inmersión.
5. La quinta etapa es la muerte mística. Ahora el estudiante se vuelve verdaderamente clarividente en el plano astral. Los otros eran síntomas del comienzo. El alumno atraviesa una experiencia momentánea, como si todo fuera a desaparecer, como si se enfrentara a la nada. Esta oscuridad es la antítesis de la oscuridad general que cayó sobre toda la tierra a la muerte de Cristo. Luego las tinieblas se abren; es el desgarro de la cortina del templo y el paso de Cristo por el infierno. Esto también se ha pasado en esta etapa. El que no pasa por esta etapa todavía no conoce realmente lo que es el mal. El discípulo de la quinta etapa desciende en estas profundidades de la existencia. Este se conoce el descenso al infierno.
6. Con la sexta etapa, el sepultamiento, siente a toda la tierra como su cuerpo, y a su propio cuerpo como un pedazo de ella. Se convierte en uno con todo el planeta tierra. El séptimo paso, la resurrección, no puede ser descrito más allá, pues ningún alma cuyo pensamiento esté todavía ligado al cerebro puede comprender todo lo que significa en términos de grandeza y sublimidad. Si el discípulo secreto pasa por estas siete etapas, el cristianismo cobra vida en él. Experimenta el Evangelio de Juan como una realidad.

Por último, debemos hablar de la conformación del interior de la tierra. Esta exploración del interior de la tierra está relacionada con las etapas cristianas de la iniciación. Precisamente a través de la iniciación cristiana es como se puede obtener una verdadera comprensión de las condiciones internas de la tierra.

Desde el punto de vista oculto, existe una conexión entre la vida humana, las capas de la tierra, los terremotos y las erupciones volcánicas, etc. Todavía están por llegar enormes cambios en este sentido. La opinión de la ciencia natural de que el interior de la Tierra está fundido no es correcta. 

1. La cierta sustancia que conoces desde el punto de vista exterior, porque la pisas, esa es la capa física-sustancial más externa, de la tierra. Se denomina tierra mineral. La ciencia natural ni siquiera alcanza a la mitad de esta capa. Cada experiencia de iniciación cristiana conduce ahora a la penetración en una determinada capa del interior de la tierra. El tercer grado de iniciación, por ejemplo, permite penetrar en la tercera capa, el séptimo en la séptima capa, y así sucesivamente. Lo que hay en la segunda capa no puede compararse con ninguna sustancia química de la capa superior, que ya es un asunto completamente diferente. El calor físico sólo aumenta en la primera capa.
2. La sustancia de la segunda capa tiene propiedades que tienen el efecto de que si algo vivo entrara en contacto con ella, esta vida en esta sustancia moriría inmediatamente. Toda planta se convertiría inmediatamente en mineral en ella, la vida sería expulsada de ella. Esta capa también se denomina capa destructora de la vida.
3. La tercera capa es una sustancia que transforma el sentimiento del alma en su contrario. Transforma el placer en dolor, y el dolor en placer. Reacciona a los sentimientos de los seres vivos, tiene esta propiedad como materia y se llama capa sensible.
4. La cuarta capa corresponde en cierto modo a la primera zona del Devachán, pues allí también aparecen las cosas físicas en su negativo. En el Devachán, en lugar de lo físico, hay una especie de aura, un negativo, una imagen de luz hueca en la que no se ve nada en su interior, y que emite un cierto sonido desde dentro. La cuarta capa del interior de la tierra, en cambio, es sustancialmente la que da forma a las cosas de la tierra. Son, por así decirlo, las formas invertidas; se puede comparar con un sello y la impresión de éste. Esta cuarta capa se denomina, por tanto, capa de la forma.
5. La quinta capa está llena de vida que prolifera. Aquí la vida no se limita a la forma.
6. La sexta capa, la capa de agua, es sustancialmente impresionable y está formada en su totalidad por la voluntad y la sensación. Responde a los impulsos de la voluntad, grita, por así decirlo, cuando se le presiona. Dado que esta vida interior puede compararse con el fuego, esta capa se denomina tierra de fuego. 
7. La séptima capa de tierra se alcanza entonces en la séptima etapa de iniciación. Al igual que el ojo produce efectos contrarios en sí mismo a ciertas influencias, también lo hace en la séptima capa. Su sustancia transforma todas las cualidades en su contrario invirtiéndolas. Por eso esta capa se llama "el reflector de la tierra".
8. La octava capa, que también se hace perceptible en el séptimo nivel de iniciación, no sólo tiene cualidades físicas, sino también morales; transforma todas las cualidades morales que las personas desarrollan en sus contrarias. Todo lo que está conectado en la tierra está separado y disperso allí.  Todos los sentimientos morales, como el amor, la compasión, se transforman allí en su contrario, en dureza, brutalidad, etc. Esta capa se denomina fragmentador.
9. La novena capa es el cerebro terrestre. Allí el mal actúa mágicamente. El arte de la magia negra está relacionado con ella. Allí el camino blanco se vuelve negro.

Es mucho más difícil explorar el cerebro terrestre que el plano astral y el devachán. Esta exploración es realmente una de las más difíciles. Lo que dice Sinnett sobre el interior de la Tierra en su libro Budismo Esotérico no es correcto. En lugar de hacer su propia investigación como clarividente, recurrió a una médium. Sólo en la actual escuela rosacruz se puede hablar del interior de la Tierra. Y en los mejores tiempos del cristianismo, el interior de la tierra se consideraba de manera similar. Los Misterios Nórdicos, los Misterios de los Trotones y los Misterios de los Druidas también hablaban de ello con bastante amplitud. De forma poética, Dante también habla del interior de la tierra en nueve partes en su "Divina Comedia". La octava capa la encuentras ahí como la capa de Caín, porque fue a través de Caín que el mal, aquello que todo lo fragmenta, vino al mundo. En general, los hechos ocultos se describen en los grandes poemas como la Odisea, Parzival, etc.

En la historia del pobre Heinrich, por ejemplo, se hace referencia a las influencias de las sustancias astrales en descomposición de los pueblos decadentes de la Alta Edad Media. La doctrina secreta siempre ha influido en los grandes poetas, consciente e inconscientemente. A la luz de la Teosofía, no sólo el mundo entero se vuelve tremendamente profundo para nosotros, sino también los grandes poemas de la humanidad. Allí se puede y reconocer lo divino.

Una característica de la era lemúrica fue que las capas superiores de la tierra sólo se desarrollaron esporádicamente, por así decirlo, sólo como islas, de modo que gran parte de la capa de fuego se traspasaba al exterior.

La capa de fuego es la base de las demás capas. La voluntad del hombre lemúrico, que todavía era fuerte en aquel tiempo, todavía era capaz de tener un efecto mágico en esta capa de fuego. Los movimientos ondulantes de la tierra seguían estando relacionados con la voluntad del hombre. Por eso el continente de Lemuria se hundió fuera de la capa de fuego. Los humanos habían caído demasiado bajo, especialmente a finales de la Lemuria. Se habían producido terribles aberraciones. Y por ello estos impulsos perniciosos de la voluntad tuvieron un efecto en la capa de fuego: Lemuria, como Sodoma y Gomorra, pereció por una catástrofe de fuego, combinada con terremotos y erupciones volcánicas. La voluntad tiene un efecto sobre la capa de fuego. 

Por tanto, existe una conexión entre el ser interior del hombre y el ser interior de la tierra. El fragmento de tierra, la capa de Caín, sufre una transformación a través de un continuo desarrollo moral del hombre. Lo que el hombre hace en la tierra va moldeando toda la tierra. transforma gradualmente todo el planeta.  Y una vez que la magia blanca haya hecho un excelente progreso, el núcleo de la tierra también cambiará. Los magos negros serán expulsados a una especie de luna cuando nuestro planeta desaparezca.

Si hoy ciertos impulsos malignos de la voluntad trabajan juntos, entonces afectan a la capa de fuego, y puede ser que la agitación de la capa de fuego continúe hasta la capa de agua, y a través de las otras capas hasta la más alta.

Esto provoca terremotos, erupciones volcánicas, maremotos, etc. Si la humanidad se ocupa de que las cosas en la tierra mejoren moralmente, las cosas también mejorarán poco a poco con respecto a las catástrofes terrestres. El progreso de la humanidad está relacionado con el progreso del planeta tierra; lo que nos muestra el interior de la tierra es sólo un ejemplo de ello. Se ha investigado la relación del karma del individuo con el karma del conjunto, se ha estudiado el destino futuro del individuo y se ha descubierto que esas personas [que mueren en un terremoto] suelen aparecer en la siguiente encarnación como personalidades especialmente espirituales, o al menos tienen la disposición para la vida espiritual. Experimentaron con fuerza y rapidez la nulidad de lo material; fue la última sacudida que necesitaban para volverse hacia el espíritu. Del mismo modo, la muerte por el fuego de los mártires da lugar a un idealismo especial en la siguiente encarnación. Las conexiones entre los nacimientos y los terremotos también son interesantes. En la mayoría de los casos, las personas nacidas inmediatamente después de un terremoto resultan ser especialmente materialistas. La fuerza por la cual el hombre vuelve a descender del Devachán tiene que ver con la capa de fuego.

El hombre pone en marcha la capa de fuego en la medida en que su voluntad, que le impulsa a la encarnación, es de un tipo particularmente inferior y sensorial en su nacimiento.  Al principio de su desarrollo, la tierra era un ser capaz de transformarse, y la humanidad lo es en consecuencia. El hombre ha ligado el destino de la tierra al suyo propio. Puedes imaginar cómo, en vista de esto, el sentido de responsabilidad del ocultista crece en relación con las corrientes espirituales que se introducen en la humanidad.

El movimiento teosófico está relacionado con una meta muy definida de desarrollo terrenal. Tiene que lograr la hermandad universal del hombre. Por lo tanto, su objetivo debe ser mejorar lo fragmentario de la tierra, el octavo estrato; se esfuerza por salvar del centro de la tierra lo que puede ser salvado. Aquí se aplica lo siguiente: el goteo constante desgasta la piedra. Incluso el efecto más pequeño no se pierde. El hombre que se esfuerza por transformar su alma, para que el poder que surge del ocultismo se haga efectivo, coopera en este trabajo y entonces también adoptará un enfoque completamente diferente de la vida cotidiana. El verdadero estudio del ocultismo consiste en la penetración del discípulo en la vida ordinaria y natural. El ocultismo puede ser fructífero y beneficioso en todos los campos. Todas las almas deben llegar, y llegarán, a la verdad. Y así el ocultismo confía en el eco que encontrará en las almas.

Traducido por J.Luelmo 2017