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RUDOLF STEINER
LA EVOLUCIÓN DEL HOMBRE EN LA ÉPOCA LEMURICA
Leipzig, 7 de julio de 1906.
décima conferencia
Hemos seguido la evolución de la humanidad hasta la Atlántida y ahora procederemos al estudio de La Lemuria y hablaremos de las formas humanas lemúricas. Estos seres humanos son los primeros representantes de hombres reales con cuerpos impregnados por almas. Consideremos primero la estructura del continente lemúrico y el tipo de ser humano que vivió en él.
En la época de La Lemuria, todo estaba lleno de un tipo de masa acuosa, de la cual emergían islas que eran todas de tipo volcánico. Típico de La Lemuria era la cambiante multiplicidad en la naturaleza, en las formas y en la vida. Las formas y especies individuales experimentaban una rápida transformación. Las características del alma atlante en el caso de los lemurianos, estaban aún más marcadas, especialmente la voluntad, que también ejercía una enorme influencia en la forma del cuerpo físico. Dicha forma consistía solo en sustancias gelatinosas, transparentes, en las cuales los huesos y músculos actuales aún no se habían incorporado. Un órgano que desempeña un papel muy importante hoy, estaba entonces en sus primeros comienzos. Esto es muy significativo, ya que el desarrollo de los pulmones está relacionado con el hecho de que el hombre fuese dotado de un alma viviente.
Esta conexión no tubo lugar en un momento, sino que duró largas épocas de tiempo. - ¿Cómo se producía esa conexión entre el alma humana y el cuerpo, antes de darle vida a ese cuerpo que, según los conceptos actuales, estaba muy deformado? Había la misma conexión que ahora existe durante el sueño, el alma estaba fuera del cuerpo, se alzaba por encima de él y lo llevaba consigo por una tierra que en aquél tiempo aún estaba impregnada de poderosas corrientes de vida.
El lemuriano vivía constantemente en una condición de sueño que se puede comparar con nuestra conciencia de sueño en la que aparece un mundo de imágenes vivientes. Solo podía percibir de esa manera y sabía el significado de las imágenes individuales, reconociendo así el aspecto anímico de las cosas.
Un momento importante en la evolución fue cuando por primera vez utilizó su cuerpo con el propósito de percibir. El ser humano se movía planeando en movimientos oscilantes. Para este propósito tenía un órgano especial en su cavidad corporal, una especie de vejiga natatoria. Los pulmones se desarrollaron a partir de esta vejiga, bajo la influencia del alma que se alzaba por encima del cuerpo. El alma entró en el cuerpo humano a raíz de que el hombre comenzase a respirar a través de sus pulmones. Realmente aspiró su alma, con el aire que respiraba. Este proceso también se describe con exactitud literal en el Génesis, en la Creación de los Seis Días, con las palabras: Y Dios insufló profundamente en el hombre y se convirtió en un alma viviente ...
En aquél tiempo el hombre tenía la apariencia externa de un dragón de cuerpo muy blando (la designación de serpiente no se corresponde con la realidad); Le hacían compañía animales como sapos, peces, ranas, etc., en resumen, un mundo primitivo de reptiles y anfibios, aunque sus descendientes actuales no se pueden comparar de ninguna manera con ellos; porque son descendientes bastante degenerados. En aquél tiempo no había mamíferos. Hoy en día no se pueden encontrar restos ni de estos reptiles ni de los seres humanos de aquella época.
¿Cómo habría que imaginarse la relación entre el animal y el hombre? La teoría de que el hombre desciende de los simios puede considerarse obsoleta, ya que se basa en un falso hilo de pensamiento. Piensen en un hombre moralmente degenerado y en uno altamente ético. La afirmación de que el hombre desciende de los simios es como decir que el hombre perfecto desciende del imperfecto. No necesitan descender el uno del otro, ¡pero pueden tener un padre común y ser hermanos! El uno se ha desarrollado en progresión, el otro se ha vuelto retrógrado. También la relación entre el simio y el hombre puede verse desde esta perspectiva. En la Atlántida, la forma humana todavía era parecida al simio. Durante la época de La Lemuria, la única posesión de que disponía era la de un cuerpo que era aún muy imperfecto. Este cuerpo después tomó un curso ascendente de desarrollo. Pero las formas con apariencia de simios fueron degenerando parcialmente y se convirtieron en los simios de hoy. Los simios son, por lo tanto, los hermanos corporales del hombre degenerados.
En la era atlante, la raza humana se ramificó; del tronco principal se derivó una rama en un desarrollo ascendente que se convirtió en el ser humano de hoy, mientras que la otra descendió y se convirtió en el simio de hoy. Todos los animales que viven entre nosotros son, en consecuencia, seres humanos que fueron expulsados y condenados a la degeneración. El ascenso de ciertos seres solo es posible gracias al hecho de que otros se sacrifican. El más alto expulsa al más bajo, para subir aún más alto; más adelante habrá una compensación para todos aquellos que fueron expulsados.
A este respecto, debemos hablar de un evento cósmico de gran importancia, sin el cual el alma nunca podría haber encarnado. Tal evento es la separación de la luna respecto de la tierra. La luna se separó de la tierra y formó un planeta secundario. Formalmente, la luna y la tierra eran un planeta. Así pues, la evolución de la Tierra y la evolución del hombre están estrechamente relacionadas. Lo que el astrónomo ve de la luna, no es la luna al completo, porque en el mundo todo tiene un alma también. Así que también la luna tiene su alma. La luna salió de la tierra con todas sus fuerzas, con todo su aura o su parte astral.
Este evento está en extrechísima relación con todo lo que se denomina fecundación y procreación. Los antiguos misterios griegos todavía sabían esto. En la época Lemurica, los sexos comenzaron a diferenciarse; antes de ese tiempo los seres humanos eran hermafroditas. No había acto de fecundación ni concepción; La procreación tenía lugar de una manera que aún conservan ciertos seres vivos inferiores. La separación de los sexos coincidió con la separación de la luna. Esto se aplica a todos los seres vivos. En aquél tiempo, ciertas fuerzas fueron eliminadas de la tierra, aquellas que le habían dado al hombre la posibilidad de traer descendientes sin la ayuda de otro ser. Estas fuerzas fueron eliminadas a través de la salida de la luna. En aquél tiempo, la tierra más la luna giraban alrededor del sol. Pero la luna mantuvo el antiguo movimiento del planeta Tierra-Luna, ya que no gira sobre su propio eje como lo hace la Tierra. Así como la luna de hoy siempre presenta el mismo lado a la Tierra, (su "sol") y nunca el reverso, así también en aquél tiempo el planeta Tierra-Luna siempre presentaba el mismo lado hacia el sol.
El sol, la luna y los planetas también están habitados por seres. En un tiempo aún anterior, el sol, la luna y la tierra eran un único cuerpo, y todo lo que ahora existe en forma de seres humanos, animales y plantas, todavía vivían conjuntamente con el sol. En aquél tiempo el hombre todavía tenía una forma bastante etérica de una sustancia muy sutil y vivía una especie de existencia vegetal. Las formas animales y las formas humanas surgieron mucho más tarde, porque en aquél tiempo todo seguía en una etapa de la existencia planificada.
Estas plantas solares eran, por supuesto, completamente diferentes de las plantas de hoy. Sin embargo, cuando miraban con su flor, se dirigían hacia el centro del planeta, es decir, al sol, y sus raíces se extendían hacia arriba. Cuando el sol se separó de la tierra, las plantas giraron por completo la posición y volvieron su flor al sol. A partir de ese momento, la flor se extendió hacia arriba y la raíz hacia abajo. Los animales giraron solo en ángulo recto cuando la luna dejó la tierra. [Ver a este respecto: Rudolf Steiner: "Goetheanismus, ein Menschen-Umwandlungsimpuls und Auferstehungsgedanke" 1ª Conferencia: Die Antwort der Geistwissenschaft auf die wichtigsten Fragen der Zeit. (Philes.Anthrop.Publish. Company, Dornach)] El hombre hizo un giro completo, por lo que se asemeja a una planta invertida, así como la planta es un ser humano invertido.
La vida del alma pasa a través de los tres reinos de la naturaleza. Por eso, Platón dice que el alma del mundo está clavada en la cruz del mundo. También el alma humana cuelga de esa cruz, al pasar por los tres reinos de la Naturaleza. Este es el significado de la Cruz en los antiguos misterios.
Desde el aspecto histórico mundial, todo el proceso de desarrollo tiene como finalidad el bien del hombre. La vida solo puede surgir de la vida, pero la vida elimina lo sin vida. Todo lo sin vida ha surgido de la vida. Los minerales son depósitos de sustancias vivas. Pero la vida viene del espíritu. En consecuencia, el espíritu es la fuente original primera, de la cual todo desciende. Y el hombre es el primogénito de la creación. Ha ido dejando atrás animales, plantas y minerales; lo inferior siempre viene de lo superior.
Mañana hablaremos del desarrollo del hombre hacia etapas superiores de conocimiento.
Traducción de Julio Luelmo junio 2017
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